La fundición implica tres procesos
diferentes: en primer lugar, se construye un modelo con la forma del objeto
terminado. Más tarde se realiza un molde hueco rodeando el modelo y retirándolo
después Y a continuación se vierte el metal fundido en el molde.
Las distintas fases de las que consta el
proceso de fabricación son las siguientes:
Definición y diseño del modelo: Debe ser ligeramente más grande
que la pieza final, ya que se debe tener en cuenta la contracción de la misma
una vez se haya enfriado a temperatura ambiente.
Vertido
del material fundido: La entrada del metal fundido hacia la cavidad del molde
se realiza a través de la copa o bebedero de colada y varios canales de
alimentación. Estos serán eliminados una vez solidifique la pieza.
Enfriamiento y solidificación.
Esta etapa es crítica de todo el proceso, ya que un enfriamiento excesivamente
rápido puede provocar tensiones mecánicas en la pieza, e incluso la aparición
de grietas, mientras que si es demasiado lento disminuye la productividad.
Además un enfriamiento desigual provoca diferencias de dureza en la pieza. Para
controlar la solidificación de la estructura metálica, es posible localizar
placas metálicas enfriadas en el molde.
Rotura del molde y extracción de la pieza: En el
desmolde también debe retirarse la arena del macho. Toda esta arena se recicla
para la construcción de nuevos moldes.
Desbarbado: Consiste en la eliminación de los conductos de
alimentación, mazarota y rebarbas procedentes de la junta de ambas caras del
molde.
Acabado y limpieza: la pieza se pule y tambien se le da un acabado con pintura o con algun tratamiento.
Tipos de moldes para fundición:
Arena: Es el
método tradicional debido a que este es un material refractario muy
abundante en la naturaleza y que al ser
mezclado con arcilla adquiere cohesión y maleabilidad sin perder la permeabilidad
que posibilita evacuar los gases del molde al tiempo que se vierte el
metal fundido. En un vaciado con arena siempre se debe de romper el molde para
extraer la pieza fundida.
Yeso: Los moldes de
yeso son los más apropiados cuando se trata de producir una pieza de tamaño
medio a pequeña escala. La única dificultad que presenta el yeso consiste
en que requiere unos cuantos días para secarse completamente, lo cual es absolutamente imprescindible para un uso
provechoso reproduciendo una pieza metálica.
Los moldes de yeso
permiten reproducir en metales blandos, plata y oro. Los moldes de yeso deben
ahumarse bien, sobre una luz de gas, hasta que queden cubiertos con una
capa de hollín, y el metal debe verterse en los mismos lo más frío que se
pueda.
Moldes
metálicos:
- Los moldes metálicos están hechos de fundición de estaño y antimonio. Los moldes para fundiciones de metales blandos pueden hacerse también del metal blando, pero solamente cuando hay que hacer pocos objetos, o cuando se emplean muy poco, por lo cual se consideran como moldes de duración muy corta. Se hacen estos moldes del mismo modo que los de latón, y aunque no contengan estaño se procura endurecerlos todo lo posible. Este endurecimiento se consigue con antimonio y cobre. El metal fundido no debe verterse en el molde demasiado caliente, para que no funda a este ultimo. Teniendo cuidado pueden fundirse muchos objetos con estos moldes El metal empleado es frágil y requiere ser reforzado con relleno de madera o de varillas metálicas que se disponen en el molde antes de verter el metan fundido. Obviamente para hacer este molde se debe hacer un molde anterior hecho en algún material reciclable.
- Las fundiciones de aluminio se encuentran ordinariamente en el comercio y están compuestas con una aleación de zinc. la diferencia es que un molde metálico puede trabajar cualquier material y tiene una vida útil elevada. Las desventajas de este tipo de moldes es que por el desgaste deben ser reparados y cuando este está en un punto crítico deben desecharse los moldess